Gullwing America, un carrocero afincado en San Antonio, Texas, acaba de hacer público su próximo proyecto, el cual volverá a unir de nuevo los nombres de Ferrari y de la Carrera Panamericana en una propuesta de lo más especial. Conocido como Ferrari F-340 Competizione, se trata de un tributo a Ferrari 340 Mexico Vignale Berlinetta de 1952, un modelo del que solo se fabricaron tres unidades para tomar parte en una de las carreras más duras que se conocían por aquel entonces. Para Gullwing America, se trata del segundo proyecto después de darse a conocer con una reinterpretación moderna del Mercedes-Benz 300 SL, también con la Carrera Panamericana como telón de fondo. A pesar de que el coche seguirá contando con una estética marcadamente retro, el nuevo proyecto de Arturo Alonso contará con el mismo nivel de tecnología que se espera en cualquier coche moderno. Prueba de ello es la elección del Ferrari 456 GT como base sobre la que girará todo el proyecto. Como buenos carroceros que son, la silueta del gran turismo italiano dará paso a una carrocería esculpida en aluminio por el australiano Mark Nungent siguiendo el método tradicional, es decir, a mano. Las únicas concesiones a la modernidad las encontraremos en el discreto alerón, los splitters delantero, las taloneras deportivas y un espectacular difusor trasero.
En lo que respecta al apartado técnico, el Ferrari F-340 Competizione irá propulsado por un V12 de 5.4 litros de cilindrada capaz de rendir una potencia de 476 CV. Dicha potencia será enviada a las ruedas traseras a través de un cambio manual de seis relaciones, el mismo que equipa el 456 de serie. Los frenos y las suspensiones estarán a la orden del día, con componentes modernos y a la altura de las prestaciones del nuevo modelo (pensad que el 340 Mexico Vignale Berlinetta original se quedaba en unicamente en los 280 CV). En el interior, la atmósfera que se respira recuerda a la del Ferrari original, aunque el F-340 Competizione cuenta con bastantes más reloges (incluido un cronómetro), asientos realizados en fibra de carbono y unas barras antivuelco que ya las hubiesen querido para sí los pilotos de 1952. El resultado es un deportivo muy vistoso que ciertamente recuerda al del 340 Mexico Vignale Berlinetta de 1952. Un clásico moderno con un aire retro muy diferenciador, pero sin renunciar a ninguna de las comodidades de los coches modernos. A mi la verdad es que me produce sensaciones encontradas: por un lado me gusta la línea lateral, con voladizos muy cortos y un morro largo, casi interminable. No obstante, sacrificar un gran turismo como el Ferrari 456 para acabar teniendo una cosa que no es ni lo uno ni lo otro se me antoja algo arriesgado. Sea lo que sea, lo que es un hecho es que llevar los apellidos de Ferrari no le va a ser fácil.
by PI
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