Daniel Alamsjah, el diseñador y constructor de esta obra, afirma que la
creó luego de haber recibido un mensaje de dios, además, sostiene que fue ideada como una paloma y no como una gallina. En 1989 estaba caminando por Magelang (una región de Indonesia) cuando vio un paisaje perfecto para construir su “centro de oración”. El mismo que le había dicho Dios en sus sueños que edificara. Un año más tarde, pagó dos millones de rupias (menos de 100 euros) por 3.000 metros cuadrados de ese terreno y se dispuso a levantar su sueño. “Quería que, entre otras cosas, fuese utilizada para ayudar a niños discapacitados, drogadictos, locos y jóvenes perturbado”, añade el constructor. Sin embargo, en el año 2000 tuvo que detener su construcción debido a la falta de fondos. A medio construir el día de hoy muchos llegan a conocer esta edificación en medio de la selva indonesia, aprovechando la afluencia turística el pueblo cercano, porque el ayuntamiento cobra bien para estacionar los vehículos lo más cerca de la extraña iglesia, así como el alquiler del lugar para bodas y hasta el alojamiento en 15 habitaciones deshabitadas que hay en su interior para dar rienda suelta a sus deseos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario