Comprar, cuidar y vender gatitos es la dinámica del juego de moda: Cryptokitties. Más allá de las funciones propias de criar a un felino digital como si fuese un Tamagotchi, este juego acerca al gran público los entresijos de la moneda electrónica. Los gatos se venden en "ether" (ETH), la segunda criptodivisa más potente después de bitcoin. El minino puede llegar a costar un dineral si está bien criado y ha desarrollado todos sus "atributos" (características especiales). El éxito de Cryptokitties ha llevado a muchos a compararlo con Pokémon Go, sólo que en este caso se cazan gatos y hay mucho dinero en juego. Cada felino en Cryptokitties es valioso porque es único. Su creación se basa en un sistema de 'blockchain' o cadena de bloques. Esto no es algo nuevo. Más bien, es el origen del dinero virtual. Cada ordenador que emite dinero electrónico se entiende como un bloque de la cadena y todo el mundo puede formar parte de esta red para fabricar dinero virtual dentro de un sistema complejo que ha encontrado en el juego de los gatitos su explicación más gráfica. Cada minino es un bloque de la cadena, único e irrepetible, y su valor virtual se convierte en dinero en el momento que alguien lo compra. El juego fue lanzado el pasado 28 de noviembre por la firma canadiense Axiom Zen y cuenta con 1.165 jugadores y 16.877 gatitos generados. Supone el 11 por ciento del tráfico total en Ethereum, la plataforma en línea de ETH y el precio de los felinos oscila entre los 5.000 y los 113.000 dólares. La diferencia con otros juegos en línea en los que también se trabaja con dinero, es que si el juego desapareciera mañana los jugadores seguirán siendo dueños de sus animales (con el precio que hayan alcanzado) porque no dependen de una entidad centralizada. Al contrario que las monedas tradicionales, emitidas por una institución central, las criptodivisas pertenecen a un sistema descentralizado en el que nadie tiene poder para dejar de emitirlas. Los felinos virtuales podrían convertirse en valiosos objetos de colección en un futuro. La fábrica de los gatos de oro trabaja con la segunda moneda virtual más importante y su crecimiento es reseñable. La primera, el bitcoin, está imparable. Incontrolable. Su precio ha ido aumentado a lo largo del 2017 y el domingo dio el salto a Wall Street. La Bolsa de Chicago (CBOE) comenzó a comercializar con los mercados de futuros del bitcoin y el volumen de inversores interesados en la divisa fue tal que tumbó la web del CBOE. En la actualidad, el valor del bitcoin en Europa al inicio de la semana fue de 17.500 dólares, según "The Wall Street Journal", y se estima que en enero y febrero de 2018 su precio alcance los 19.000 dólares. Unas cifras espectaculares para una divisa electrónica, sin el sustento de ningún banco ni el respaldo de un país. Una moneda descentralizada que recuerda a los "belarminos", aquellos billetes creados por el gobierno republicano de Belarmino Tomás en la Asturias de 1937.
Fuente: elena m. chorén (Levante)
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