Aunque comprar por Internet
es muy cómodo, algunos
métodos de pago pueden
tener malas consecuencias.
La regla más conservadora:
evita pagar por adelantado;
el método más seguro, con
diferencia, es contrarreembolso.
En ese caso, primero
se comprueba la mercancía
y luego se transfiere el dinero.
Además, no tienes que
enviar ningún dato de tu
cuenta por Internet. Algunos
sistemas como Paypal ofrecen
protección al comprador,
para que puedas recuperar
tu dinero si algo sale
mal. Sin embargo, deberás
introducir datos personales
bancarios en estos servicios.
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