En función del color de la luz LED que emite,
se utiliza para un cometido u otro. Por ejemplo,
la verde aplica una limpieza profunda al rostro
mientras que la violeta la hidrata. En el caso de
la azul, el dispositivo, que funciona mediante
radiofrecuencia, aporta una mayor firmeza
a través de microcorrientes. Para promover
la circulación y favorecer la elasticidad
hay que aplicar la luz roja.
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