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martes, 1 de abril de 2014

Stealth aircraft Caza furtivo Qaher 313 Conqueror Conquistador

Fuente: Revista de Aeronáutica y Astronáutica
Qaher 313 Conqueror Conquistador Stealth aircraft caza furtivo

País: Irán 
Tipo: Caza furtivo  
Tripulación: 1 piloto
Longitud: 16 m
Planta motriz:
Derivado del General Electric J-85


A comienzos de febrero, aprovechando los diez días de celebraciones oficiales con los que Irán festejó el 34 aniversario de la Revolución Islámica de 1979, el entonces presidente Mahmud Ahmadinejad presentó un nuevo caza: el Qaher-313 (“Conquistador-313”). En la ceremonia estuvo acompañado por el ministro de Defensa, general Ahmad Vahidi, y los jefes del Ejército y la Fuerza Aérea, los generales Ataola Salehi y Hasan Shah Safi. Citado por las agencias de noticias y medios nacionales, el mandatario iraní aseguró que este aparato, de apariencia futurista, “figura entre los aviones de combate más avanzados del mundo”. Tal como recalcó Ahmadinejad durante la presentación, el “Qaher” 313 fue “concebido y realizado por ingenieros iraníes” y ya había volado “miles de horas”, una experiencia por la que sus pilotos estaban “muy satisfechos con los resultados”. Para el ministro de Defensa, Ahmad Vahidi, el “Qaher” 313 es el comienzo de la segunda generación de cazas de fabricación iraní. Este monoplaza, aseguró durante la ceremonia a la que asistió el presidente, “tiene un firma en el radar muy débil y difícil de detectar, ya que está construido con materiales innovadores”. Dotado, según sus palabras, de una aviónica avanzada, este nuevo avión militar además fue concebido para “responder a todas las necesidades de la aviación iraní en una guerra aérea”, pudiendo despegar y aterrizar en pistas cortas.
Qaher 313 Conqueror Conquistador Stealth aircraft caza furtivo
Fabricado por IADIO (Iranian Aerial Defense Industries Organization) el caza es, según las autoridades de Teherán, de tipo furtivo, fácil de mantener, tiene unas capacidades similares a las de un F-18 “Hornet” y, gracias al uso de diversas armas y municiones de fabricación iraní, puede localizar y entrar en combate con aviones enemigos, además de atacar objetivos en tierra. Press TV, un canal de noticias internacional en idioma inglés del Gobierno de Irán, añadió en una de sus noticias que esta aeronave puede operar en cualquier condición meteorológica, sea día o noche. Con cerca de 45.000 hombres y 500 aeronaves, la Fuerza Aérea de la República Islámica de Irán es la heredera desde 1979 de la Fuerza Aérea Imperial Iraní. Desde aquellos años se han producido pocos cambios y escasas incorporaciones. Ver hoy en día una de sus maniobras es todo un placer para los nostálgicos y los amantes de los aparatos de caza legendarios con los cielos surcados por “Tomcats”, “Phantoms”, “Tigers” y algún que otro “Fulcrum”. En los Setenta la administración del Shah compró a Estados Unidos 166 F-5 “Tiger”, 225 cazabombarderos F-4 “Phantom” y 79 cazas F-14, lo que convirtió a Irán en el único país extranjero que compró el “Tomcat”. De hecho, aunque suene sorprendente, un piloto iraní es el as de ases de este caza naval pesado creado para la Navy de EE.UU. Con nueve derribos seguros y tres probables el Comandante Jalil Zandi tiene en su cuenta cuatro MiG-23, dos Su-22, dos MiG-21 y tres Mirage F-1. La Revolución de 1979 acabó con las estrechas relaciones con Estados Unidos e impidió la compra de F-16 “Falcon” y una más que probable participación en el programa del F- 18 “Hornet”. La ayuda de Rusia, China y naciones como Corea del Norte, junto con las deserciones de pilotos iraquíes durante la Primera Guerra del Golfo en 1991, permitió la llegada en números muy contados de aparatos como los Su-24 “Fencer”, Su-25 “Frogfoot”, Mig- 29 “Fulcrum”, MiG-25 “Foxbat”, MiG-21 “Fishbed”, Mirage F-1, F-7 “Airguard” o el prototipo de avión de alerta temprana Il-76 “ADNAN 1”.
Qaher 313 Conqueror Conquistador Stealth aircraft caza furtivo
Los que en nuestros días aún se mantienen operativos lo han logrado mediante piezas de contrabando y las actualizaciones que hace la propia industria nacional para sortear el embargo económico y tecnológico internacional impuesto a la República Islámica de Irán. Las opciones de Teherán para contar con una fuerza aérea solvente son tres: la actualización de las flotas ya existentes, la compra en los mercados extranjeros no afectados por los embargos o potenciar los desarrollos nacionales. La primera es una medida que se está aplicando desde hace décadas, pero los aviones tienen límites de edad y fatiga que son difíciles de superar. Aunque se consigan piezas en mercados secundarios, o se fabriquen en el propio Irán, llegará un momento en el que la seguridad impedirá poner en vuelo a los aparatos remanentes. En el segundo caso han sido varias las tentativas y los desmentidos posteriores. En 2007 el periódico Jerusalén Post publicó que Irán negociaba con Rusia la compra de 250 cazabombarderos Sukhoi Su- 30 MKM “Flanker” y 20 aviones cisterna Ilyushin Il-78 “Midas”. La transacción estaba valorada en 10.000 millones de dólares y suponía para Rusia la mayor venta de armas en 30 años y para Irán contar con la segunda fuerza aérea más avanzada y numerosa de la región, tan solo por detrás de Israel. De China se pretendía recibir 24 unidades del J-10 equipado con los motores rusos AL- 31FN y un número indeterminado de JF-17 “Thunder”. Ninguno de estos aparatos llegó nunca a Irán y todos los fabricantes, tanto rusos como chinos, negaron la existencia de cualquier tipo de acuerdo. Las escasas posibilidades de las dos primeras opciones han impulsado la tercera: el desarrollo nacional de una fuerza aérea que se pueda mantener sin apoyo exterior.
Qaher 313 Conqueror Conquistador Stealth aircraft caza furtivo
Los avances iraníes en diversos sectores industriales y tecnológicos en los últimos años son innegables. Además de un programa nuclear, una carrera espacial o sistemas militares de todo tipo también se han preocupado por la aviación. Empleando la ingeniería inversa en sus aviones estadounidenses han diseñado y fabricado dos cazas, el “Azarakhsh” (“Relámpago”) y el “Saeqeh” (“Rayo”), ambos derivados del Northrop F-5. Pese a que son considerados cazas de cuarta generación, con mejores sistemas de armas, aerodinámica y alcance operacional, ninguno de los dos ha sido todavía fabricado en grandes cantidades. Y el último en llegar a este enrevesado escenario ha sido el “Qaher” 313. Sus prestaciones reales no son conocidas ya que Irán no desvela los detalles técnicos de sus creaciones militares, no hay acceso de fuentes independientes y tampoco se ha visto al aparato operando más allá de las fotos oficiales y de la retransmisión de la ceremonia de inauguración a la que acudió el presidente. Pese a todo, la prensa y los especialistas internacionales han tenido suficiente con estos pocos datos para emitir su veredicto. Muchos han sido los comentarios escépticos. Otros han calificado al aparato de “hazmerreir” o “maqueta”. Los hay que creen que es un futuro UAV o un modelo a escala. También los que, como la BBC, afirman que “se parece a una copia barata del caza estadounidense F-22”. Nosotros vamos a desmontar al “Conquistador” como si fuéramos una corriente de aire, empezando por el morro y terminando por la tobera del motor. En el hueco destinado al radar no hay apenas espacio para instalar una antena y un equipo, como mínimo, convencional. Menos aún un radar activo de barrido electrónico. 
Qaher 313 Conqueror Conquistador Stealth aircraft caza furtivo
La cabina, tan pequeña que apenas entra el piloto, está llena de sorpresas. La cúpula tiene poca visibilidad, es bastante translúcida y parece estar hecha de un material similar al plexiglás, lo que la confiere poca resistencia en vuelos altos y rápidos. Tampoco tiene ningún tipo de cierre estanco para evitar despresurizaciones. Por si el piloto no estuviera suficientemente expuesto a peligros durante el vuelo … el asiento eyectable está atornillado a la estructura. La aviónica avanzada de la que hacía gala el ministro de Defensa, Ahmad Vahidi, es la envidia de muchos pilotos de aviones privados. En lugar de contar con pantallas táctiles de cristal líquido, HUD (Heads-Up Display) o HOTAS (Hands On Throttle-And-Stick), tiene un panel sin cables, pegatinas que simulan instrumentos y, entre lo que sí que tiene instalado, se identifican una radio Garmin SL-30, un sistema de comunicaciones Garmin GMA-340, un transpondedor digital Garmin GTX-327, un HSI (Horizontal Situation Indicator) HS34 de Dynon Avionics o, de la misma compañía, los EFIS D100 y EFIS D10A (Electronic Flight Information System). Para ser un avión “concebido y realizado por ingenieros iraníes” no deja de ser llamativo que todos sus equipos sean estadounidenses y, para mayor asombro, que proporcionen una posible y fácil vía de entrada para cualquier actuación de guerra electrónica que deje al “Conquistador” fuera de combate. 
Qaher 313 Conqueror Conquistador Stealth aircraft caza furtivo
También es sorprendente en un avión de combate que el velocímetro entre en números rojos a partir de 250 nudos, velocidad muy alejada de las supersónicas. Otra de sus excepcionales cualidades, citando al ministro Vahidi, es su construcción con "materiales avanzados" para hacer de él un avión furtivo. Los aparatos estadounidenses, rusos o chinos emplean materiales compuestos con baja reflexión de radar, al igual que la pintura, y están diseñados con superficies diédricas que rebotan las señales. El “Qaher” parece estar hecho como una lancha, con apenas una lámina de fibra de vidrio, y sus acabados son muy pobres con demasiadas irregularidades y ángulos. Incluso algunas fotos muestran desprendimientos de pintura en algunas zonas del fuselaje. Las tomas de aire son pequeñas y están situadas en un lugar que puede provocar la entrada en pérdida del motor por falta de flujo cuando el avión vuele a elevados ángulos de ataque, como es durante un combate aéreo.
Qaher 313 Conqueror Conquistador Stealth aircraft caza furtivo
Las alas y el fuselaje, con un diseño que recuerda a los X- 32, X-36, B-70 “Valkyrie” o “Bird of Prey” estadounidenses, no tienen espacio para almacenar grandes cantidades de combustible, tampoco bahías interiores ni puntos de anclaje exteriores para armamento o compuertas de acceso para dar servicio a los sistemas y equipos o, simplemente, para repostar. Para aterrizar no hay problema. El tren parece estar fijo y es demasiado grande como para darle cabida en la estructura, así que siempre se podrá contar con él. Y queda la cuestión motriz. En otra muestra de ingeniería inversa se cree que el “Qaher” podría estar impulsado por un derivado del General Electric J-85, un pequeño motor turborreactor que hace volar desde hace décadas a los F-5. En las fotografías no se aprecian tobera o difusores, por lo que el uso de poscombustión o el vuelo a velocidades supersónicas podría desintegrar o fundir al avión por una simple cuestión: altas temperaturas afectando a una estructura de fibra de vidrio. El tiempo dirá si el avión es tan furtivo que nunca podrá verse surcando algún cielo.
by PI
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