Los conocidos como mortsafe para evitar robos de cuerpos, que aparecieron por primera vez en 1816; se trataba de unas barreras de hierro que se disponían sobre las tumbas para evitar cualquier contacto con la misma. Generalmente estos dispositivos eran horizontales y se colocaban de forma paralela a la tumba; pero en otras ocasiones, los mortsafe se asemejaban a grandes jaulas que rodeaban el nicho y se alzaban unos metros sobre él. Generalmente estos artefactos se retiraban a los 6 meses de estar enterrado el cadáver; tiempo suficiente para que la descomposición hiciera que el cuerpo no pudiera ser aprovechado para su estudio de disección.
También aparecieron los grandes ataúdes de hierro armado que eran soldados para impedir su apertura.
by PI
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