La perovskita, un material descubierto en los Montes Urales hace más de 120 años, podría revolucionar la industria solar al superar las limitaciones de coste y eficiencia de las actuales células fotovoltaicas. Después de muchos años pasando prácticamente desapercibido, el mineral ha adquirido una gran relevancia en los últimos tiempos. Hasta el punto de ser considerado por el Foro Económico Mundial como una de las diez tecnologías emergentes más destacadas de 2016.
Tomando la perovskita como base, grupos de investigadores de varias partes del mundo han logrado fabricar un nuevo tipo de célula solar, hecha de un material considerablemente más barato de obtener y usar que el silicio, y que se cree podría generar tanta energía como las células solares básicas actuales.
Hasta el momento, los científicos han estado divididos en dos bandos en su búsqueda de una energía solar más barata y accesible. "Había que elegir entre células solares de bajo coste, a costa de ser menos eficientes, o bien células solares más caras, como son las de silicio, y con las que se consigue una conversión muy alta", explica Gabriel Lozano, investigador postdoctoral en el Instituto de Ciencia de Materiales de Sevilla (ICMS), dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Lozano ha sido galardonado con el premio al Mejor Investigador Novel en Física Experimental, que conceden la Real Sociedad Española de Física (RSEF) y la Fundación BBVA. En 2016, este andaluz recibió una de las prestigiosas becas Starting Grants que el Consejo Europeo de Investigación (ERC) otorga a investigadores que, estando en los inicios de su carrera, han sobresalido ya por una producción científica excelente. Lo innovador del trabajo de Lozano, a juicio de los miembros del jurado, estriba en haber desarrollado el primer modelo que describe cómo se propaga la luz a través de la perovskita. "Entender cómo este tipo de materiales interaccionan con la luz solar nos permite hacer un uso mucho más efectivo de la energía", afirma.
"Materiales como la perovskita han atraído la atención de gran parte de la comunidad científica porque han roto con un paradigma que llevaba mucho tiempo establecido", opina Lozano. Si bien en el corto plazo es complicado que la perovskita desplace al silicio como base tecnológica para los paneles fotovoltaicos, en la combinación de ambos materiales podría estar el futuro de esta energía limpia.
"La tecnología fotovoltaica del silicio se lleva desarrollando veinte años y va a ser muy complicada de sustituir", reconoce Lozano, que añade: "Donde sí parece que hay consenso es en las posibilidades comerciales de combinar la perovskita con el silicio". Así, bastaría con pintar los paneles que se utilizan hoy en día con perovskita para obtener células solares un 25% más eficientes que las actuales.
En otras palabras, gracias a este mineral, de cada 100 vatios de energía que la placa solar capta del sol, prácticamente la mitad se convertiría en electricidad. La eficiencia -el desperdicio de luz natural de los paneles- es, junto al almacenamiento de la energía, uno de los grandes retos que afronta la industria solar.
Fuente: Expansión
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