Al igual que ocurre con otras alternativas a Whatsapp, para que la aplicación sea útil, es necesario contar con un amplio número de amigos que también la utilicen. Salvando estos detalles, Telegram se convierte en un buen competidor frente a Whatsapp sobre todo por la rapidez con la que llegan los mensajes, por funcionar con almacenamiento en la nube y por utilizar protocolo libre. Además, la app es gratuita, sin excepciones de servicios extras de pago, como pasa con Line o de actualizaciones anuales con coste, como es el caso de Whatsapp. Para garantizar la privacidad de la que presumen, Telegram asegura que sus mensajes están encriptados y que se autodestruyen. Además, cuenta con una opción de conversación privada en la que el usuario decide cuando se borran sus mensajes eliminándose también de sus servidores. La posibilidad de almacenar en la nube también tiene sus ventajas. Por una parte, los usuarios pueden enviar archivos sin límite de peso, tanto texto, imagen o vídeo y crear grupos de más de 100 personas. Por otra, las conversaciones se almacenan en la nube, por lo que se puede retomar una conversación desde cualquier dispositivo, ya sea móvil o PC. Evidentemente, además de los pros, también tiene contras. El mero hecho de contar con poco más de 5 millones de usuarios frente a los 450 que tiene Whatsapp es una importante desventaja. No es complicado encontrar en la aplicación de mensajería instantánea a cualquiera de los contactos de la agenda, mientras que localizar a alguno con Telegram todavía es complicado. Por el momento, la app tampoco permite el envío de mensajes de audio o la realización de videoconferencias.
by PI
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