1. Pasa una bayeta de microfibra con limpia-cristales en movimientos circulares para eliminar marcas. Así además no tendrás que secar.
2. Si hay gotas o marcas de dentífrico, jabón..., este truco es infalible:
pasa papel de cocina humedecido
en alcohol. Hazlo con firmeza. Verás cómo brilla tu espejo.
3. ¿Se ha empañado? Usa un secador de pelo con aire caliente y
dirígelo a la luna. En unos minutos
se desempañará por completo.
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