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jueves, 21 de febrero de 2013

Wachtell, el bufete más rentable y elitista del mundo

Wachtell

No hay ningún despacho de abogados en el mundo comparable a Wachtell. Es una firma única en casi todos los sentidos. No le interesan los temas legales menores o recurrentes, sólo los de alto perfil y complicados, aunque haya que dedicar mucho esfuerzo e innovación jurídica. Fuentes del sector legal afirman que rechaza más trabajo del que acepta, y cuentan que una vez un abogado de Wachtell llamó a la firma para enviar un asunto con una cuantía económica muy importante. El socio de Wachtell preguntó si era un asunto difícil. “No, en absoluto; es sencillo”, contestó el letrado. “Ah, pues entonces no nos interesa”, sentenció su superior.  Este dispar bufete, fundado en 1965 por Herb Wachtell, Martin Lipton, Leonard Rosen y George Katz, sólo tiene oficina en Nueva York, pero opera en los cinco continentes, siendo el mejor bufete del planeta en asuntos mercantiles. El socio Adam O. Emmerich, que recibe a EXPANSIÓN en una de las diez plantas con escaleras internas que la firma tiene en el edificio de la CBS en Manhattan, explica esta estrategia internacional. “No tenemos oficinas en el exterior ni alianzas, sino que preferimos establecer acuerdos puntuales con las mejores firmas de cada país. De no ser así, no tendríamos a los mejores abogados en los asuntos más importantes cuando hicieran falta”, explica.  
Wachtell CBS Building
Wachtell no ficha profesionales de otras firmas, en un esfuerzo por preservar su cultura única. Limita su contratación a los mejores abogados que salen de las escuelas de derecho más prestigiosas de EEUU, como Harvard, Yale, Columbia, Stanford o NYU. “Cada año entran unos 25 letrados junior a la firma, de los cuales sólo permanecen en plantilla unos tres o cuatro”, confirma Emmerich. Una vez dentro de forma permanente, el abogado es casi un objeto de culto para la propia firma, que lo protege con mimo.  “Se cuida al abogado mucho más que en cualquier otro despacho, maximizando el uso de su talento. Se encargan de cualquier cosa que pueda distraer tu labor de pensar jurídicamente”, explica la letrada jefe de la Corte de Arbitraje de Madrid, Elena Gutiérrez, que en 2008 realizó un intercambio de cuatro meses en Wachtell, cuando estaba trabajando en Uría Menéndez. Un abogado de Wachtell no se lee un escrito para buscar erratas. Hay todo un equipo de apoyo que se dedica a leer documentos y cada letrado cuenta con el número necesario de secretarias en cada momento. “Me llamaba la atención cómo todas las secretarias tenían los turnos doblados para que tuvieras una disponible siempre, aunque fueran las tres o las cuatro de la mañana”, añade Gutiérrez.  

Firma única  
- En los últimos ocho años ha asesorado 7 de las 10 mayores transacciones en EEUU y 5 de las 10 mayores operaciones a nivel mundial.  
- Con sólo una oficina, en Nueva York, es la firma más prestigiosa del planeta para asuntos mercantiles.  
- Tiene una ratio de un socio por cada abogado, insólito en otras firmas jurídicas.  
- Sus 78 socios ganan una media de 3,3 millones de euros y sus abogados un total de 1,05 millones de euros. 
- No fichan a letrados de otras firmas. Contratan a los mejores graduados de las escuelas más prestigiosas.  

Pero al mismo tiempo, la dedicación de los abogados de Wachtell hacia la firma y sus clientes es total. Para empezar, especifican tras el número de teléfono que figura en la firma de sus e-mails que se les puede localizar las 24 horas, los siete días de la semana. “Un día llamé a un compañero, me contestó de forma natural, traté con él un asunto y me despedí. Días después me enteré de que no estaba entonces unas plantas más abajo sino en Tel-Aviv donde eran las cuatro de la mañana. Pero en ningún momento tuve sensación de haberle despertado o de molestarle”, relata Gutiérrez, que añade que existe mucha rotación, porque hay profesionales que “no soportan esa presión y ocupación casi exclusiva a la firma y tras cinco años se van a otras”.  Eso sí, siempre te compensan. “Si por ejemplo, pierdes unas entradas para ver jugar a los New York Knicks por tener que quedarte en la oficina, semanas después te harán llegar unas entradas VIP en una zona inmejorable de la pista y, si es posible, con visita a los vestuarios”, afirma Gutiérrez.  Los beneficios que obtienen los socios de Wachtell son enormes. En 2011, la media fue de 3,31 millones de euros, situándose en el primer lugar del ránking mundial –ver tabla–. Cuando se le pregunta a Emmerich si da tiempo a gastar tanto dinero con tanta carga de trabajo y tan poco tiempo libre, contesta sonriendo: “Probablemente no, pero ya habrá tiempo de hacerlo cuando me jubile”.  La remuneración de los abogados también es desorbitada. Con 1,05 millones de euros de media en 2011, duplica al bufete especializado en litigios de empresas Quinn Emanuel, que le sigue en la lista en rentabilidad por letrado. 

Además, los abogados ejercen desde el primer día, ya que la ratio que tiene la firma es de un asociado por cada socio, cuando en el resto de despachos, de éste dependen un buen número de letrados. “Desde el principio estás asignado a tareas de alta responsabilidad, que hacen que te sientas muy útil y valorado”, cuenta Cristian Gual, socio de Uría que en 2011 trabajó siete meses en Wachtell.  Por su parte, los clientes pagan sin problema los altísimos honorarios de la firma. Muchas empresas recurren a Wachtell cuando están desesperadas y sus recursos legales han resultado insuficientes. Además, como la firma no mantiene relaciones a largo plazo con los clientes, no tiene conflictos de interés.  Fuentes del sector legal afirman que Acciona había ya elegido un bufete prestigioso para defenderse de la demanda que E.On. presentó contra ellos en Nueva York, pero Rodrigo Uría, buen conocedor de EEUU, corrigió la decisión. “Para un asunto así, hay que llamar a Wachtell”.  
Hay quien afirma que en Wachtell no se practica el derecho, sino que se crea. La firma siempre anima a sus letrados a las innovaciones jurídicas y han tenido éxito en el desarrollo de muchas, como en fusiones transfronterizas de capital, la hipoteca a través de los valores o las famosas poison pills que propiciaron en 2008 un caso de Harvard y que han generado un gran éxito a la firma. Estas píldoras envenenadas fueron inventadas en 1982 por Martin Lipton y están consideradas como la más eficaces de las defensas contra una opa hostil. Consisten en introducir elementos disuasorios en los órganos de gestión de una compañía, normalmente a través de la modificación de los planes de derechos de los accionistas. Este sistema, generalmente, reduce los derechos de voto de un nuevo accionista que logre entrar a través de una opa hostil, reforzando el poder del consejo de administración en el grupo. Para muchos letrados, esta innovación legal ha sido uno de los “avances más importantes en el derecho corporativo en años”.  Altos dividendos Con una media anual de unos 3,3 millones de euros por cada socio, Wachtell es la firma legal más rentable del mundo durante años, a la que sólo se acerca tímidamente, desde hace poco, Quinn Emanuel. El sistema de compensación de Wachtell refleja su cultura igualitaria para evitar la competencia interna e impedir la creación de feudos dentro del bufete. Sus abogados ganan de media 1,05 millones de euros.

Fuente: Expansión

by PI

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