La suela Vibram Megagrip, dividida en dos partes casi independientes,
permite una adaptabilidad excepcional al terreno.
Cada zona del pie se comporta de forma autónoma, lo que mejora
la tracción y evita que una pisada irregular comprometa toda
la estabilidad del calzado. Y por último una curiosidad: si te
preguntas de dónde viene el 275 del nombre de la zapatilla, hace
referencia a la temperatura en grados Fahrenheit que tenía el
horno donde se crearon los primeros prototipos de Altra en 2009.









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