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domingo, 7 de octubre de 2012

Estados Unidos de España - Texas (United States of Spain)

Estados Unidos de España United States of Spain
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Washington
El conquistador español Álvar Núñez Cabeza de Vaca fue el primer europeo que pisó territorio texano el 6 de noviembre de 1528. El fracaso de la colonia francesa fue conocido en todo el mundo. Un año después de lo sucedido, los españoles entraron en Texas, deseosos de mantener a los franceses en Luisiana, lejos de la riqueza de la Nueva España. Texas se convirtió en una zona de separación importante pero escasamente poblada entre los reclamos de las potencias de Francia y España. El Texas español duró de 1690 a 1821 cuando Texas fue gobernada como colonia española separada de la Nueva España, conocida como el "Reino de Texas". Este periodo inicia con la expedición del gobernador de Coahuila para destruir las ruinas de la colonia francesa del Fuerte de San Luis y establecer una presencia española en el área, y termina con la Independencia de México en 1821, creando el Texas mexicano. Durante este periodo, Texas fue parte de cuatro provincias en el Virreinato de la Nueva España (México Colonial): el área de El Paso estaba bajo la jurisdicción de Nuevo México, las misiones fundadas cerca de La Junta de los Ríos bajo la de Nueva Vizcaya, la región costera desde el río Nueces hasta el río Bravo y de ahí río arriba hacia Laredo bajo la jurisdicción de Nuevo Santander después de 1749, y Texas estaba inicialmente bajo una jurisdicción conjunta con la provincia de Coahuila. Poco más de tres siglos transcurrieron entre la época en que la costa de Texas fue vista por primera vez por un español en 1519 y el 21 de julio de 1821, cuando la bandera de Castilla y León fue izada por última vez en San Antonio. Esos 300 años se pueden dividir en tres etapas: la era de la exploración inicial, en la que hubo una evaluación preliminar de la tierra y sus recursos; el periodo de la absorción cultural, en el que los indígenas de Texas comenzaron a adquirir elementos culturales de España, al principio indirectamente de intermediarios indios y después directamente de los españoles en sí; y la época de la ocupación defensiva, en la que la presencia española en Texas estaba más dictada por las consideraciones internacionales que causada por el impulso de un imperio en expansión.  Durante la mayor parte del periodo del Texas español, el área asumió una importancia geopolítica enormemente desproporcionada a su lugar demográfico o económico dentro del Imperio español. Durante el periodo inicial de la expansión española en Texas, el Imperio comenzó a fundar una serie de misiones para establecer un punto de apoyo en esta tierra fronteriza. Debido a que los entornos tejanos eran relativamente desconocidos o no estudiados más allá de los reportes hechos durante el periodo conquistador temprano, la expansión española sirvió tanto para delimitar la extensión de su poder como para colonizar el área. Un sistema de misiones-presidios fue establecido en las actuales zonas de San Antonio, La Bahía, Los Adaes, El Paso, Loredao, Nagodoches y San Luis de las Amarillas. La expansión inicial a comienzos del siglo XVIII se encontró con contratiempos inmediatos, cuando durante la Guerra de la Cuádruple Alianza en Europa las hostilidades se propagaron hasta el Nuevo Mundo y las tropas francesas de Natchitoches (en Luisiana) capturaron brevemente la capital de Texas, Los Adaes, en lo que actualmente es el noroeste de Luisiana. Después de estos inconvenientes, el Presidio fue San Luis de las Amarillas, aunque fortalecido y mantenido por varios años, tuvo que ser abandonado en 1770 debido a las depredaciones indígenas y la viabilidad económica. Así, los esfuerzos españoles por la expansión en Texas durante los años de 1731 a 1762 fallaron, excepto en La Bahía, San Antonio de Béxar, y a lo largo del río Grande. Las misiones y los presidios, a pesar de todo, habían fracasado claramente al norte de San Antonio.  El Texas español fue consolidado sobre tres centros primarios. La más antigua y mayor de las comunidades coloniales en Texas fue San Antonio de Béxar. En sus ochenta años de historia el asentamiento había evolucionado de un complejo misión-presidio al primer municipio cartografiado y finalmente a la capital provincial. Su población de aproximadamente 2.000 habitantes estaba compuesta principalmente por colonos mexicanos de Coahuila, Nuevo León y otras provincias fronterizas mezclados con un pequeño número de personas de las Islas Canarias. Después de que Estados Unidos adquiriera Luisiana, un refuerzo de la presencia militar española en Texas resultó en la transferencia de la Segunda Compañía de San Carlos de Parras (la compañía del Álamo de Parras) a San Antonio, donde fue establecida en 1803 en la misión de San Antonio de Valero, que había sido previamente cerrada. Otras unidades procedentes de Nuevo Santander y Nuevo León incrementaron la población a más de 3.000 habitantes para 1810.  El centro secundario del poder colonial español, La Bahía (hoy en día Goliad), era el segundo asentamiento más antiguo en la provincia. Fue originalmente establecido en 1721 en el sitio del Fuerte de San Luis de La Salle, después fue trasladado en 1749 al río San Antonio, donde el presidio y dos misiones tenían la tarea de proteger la costa de Golfo tejana contra las invasiones extranjeras. En 1803 la población del asentamiento de aproximadamente 618 soldados y civiles continuó viviendo bajo jurisdicción militar.  El tercer centro de poder español y el que tenía el control español más limitado estaba al noreste, cerca de la frontera con Luisiana. El noreste de Texas había sido tradicionalmente una comunidad de colonos ingleses, franceses y españoles que habían establecido el Presidio de Las Adaes como la primera capital de Texas. Sin embargo, esta zona estaba incluso más alejada de la Ciudad de México que San Antonio de Béxar. Consecuentemente, el área fue degradada en el estatus colonial y por un edicto Imperial se les ordenó a los colonizadores abandonarla. El virrey eventualmente permitió el reasentamiento del este de Texas, pero no consentía la construcción cerca de Natchitoches, Luisiana. Aun así, los refugiados en San Antonio tomaron cualquier concesión como algo alentador. En agosto de 1774 fundaron el asentamiento de Bucareli en el río Trinidad, en el sitio del actual Condado de Madison. El pueblo había atraído 347 habitantes para 1777, pero fue azotado por las inundaciones y las incursiones comanches. Sin autorización, la población se movió de nuevo en 1779 a Nacogdoches. El nuevo poblado comenzó a ser guarecido en 1795 por un destacamento de Béxar como señal de la futura consolidación de los intereses de San Antonio sobre la provincia. Para los inicios del siglo XIX, el establecimiento estaba atrayendo un creciente número de inmigrantes, legales o no, de la frontera angloamericana.  Para finales del siglo XVIII Texas permaneció como un territorio escasamente poblado, muy dependiente de las fuerzas militares y continuamente expuesto a los ataques de los indígenas que se resistían a la soberanía española en la región. Los esfuerzos de la Corona durante gran parte del siglo XVIII para incrementar la pequeña población y de esta forma mejorar la viabilidad de la provincia en general resultaron infructuosos. La población se mantuvo como una mezcla de indígenas hispanizados concentrados en las misiones, soldados españoles y novohispanos con sus familias, oficiales coloniales españoles y sus familias, y varias comunidades de colonizadores franceses, británicos, italianos, alemanes y estadounidenses que habían sido asimilados dentro del sistema español. Después, en los primeros años del siglo XIX, España se enfrentó de nuevo a los esfuerzos conjuntos de sus rivales, ahora incluyendo a los Estados Unidos, para arrancarle partes importantes de su imperio norteamericano. Las relaciones con los Estados Unidos se habían vuelto peligrosamente cercanas a la guerra sobre los derechos de navegación en el río Misisipi y la expansión de los asentamientos fronterizos angloamericanos hacia las Floridas españolas. La adquisición obligada de Luisiana por parte de Napoleón en 1800 y la subsecuente venta del vasto territorio a los Estados Unidos en 1803 dejó a la Norteamérica española dividida y vulnerable.  La información de censos más completa para el Texas español a principios del siglo XIX data de 1804, el primer año después de la venta de Luisiana a los Estados Unidos. Es posible que esta cuenta sistemática resultara de la necesidad de evaluar la fuerza y números de los españoles y la población hispanizada frente a los agresivos estadounidenses del este. Aunque la población hispanohablante incluía comerciantes y unos pocos artesanos tales como sastres y herreros, la gran mayoría de los tejanos eran ganaderos y pequeños agricultores. Estas cifras no incluyen a los indígenas no asentados ni a los esclavos de raza negra; como Randolph B. Campbell ha demostrado, prácticamente no había gente de raza negra en Texas en la víspera de la Guerra de Independencia de México.  La situación del Texas español a inicios del siglo XIX no lucía prometedora. Invasiones extranjeras, asaltos indígenas y actividades insurreccionarias contribuyeron a un colapso demográfico y económico. Al final, las desesperadas autoridades españolas autorizaron la colonización angloamericana en un intento de poblar la provincia y así produjo una nueva serie de problemas para las autoridades mexicanas que pronto las reemplazarían. En los años que siguieron a la Compra de Luisiana y la adquisición de Nueva Orleans por los Estados Unidos, los pobladores estadounidenses habían comenzado a moverse hacia el oeste dentro del territorio reclamado por los mexicanos. Algunos eran filibusteros activos, que buscaban una anexión a largo plazo del área por parte de los Estados Unidos. En 1812 y 1813, la expedición Gutiérrez-Magee intentó separar a Texas de Imperio español. En respuesta, el gobierno español en México ordenó un genocidio de toda la población tejano-estadounidense y de sus colaboradores entre la población tejano-española. El resultado fue la total devastación de Texas, lo que lo dejó con un tamaño de población igual al que tenía a principios del siglo XVIII.  La ininterrumpida ocupación española de Texas (1716-1821) duró solamente 105 años. No obstante, los legados del Texas español aún son duraderos y significantes. En reflexión parecen fuera de proporción al relativamente bajo número de españoles e indígenas hispanizados que se convirtieron en la nación mexicana en 1821. Tal vez más evidente, aunque superficial en importancia, es el uso de nombres españoles por cientos de pueblos, ciudades, condados y zonas geográficas en Texas. San Antonio, el primer municipio formal en Texas, es una de las diez ciudades más grandes en los Estados Unidos. Cuarenta y dos de los 254 condados en Texas tienen nombres o españoles o derivaciones anglicanizadas tales como Galveston, o mal deletreados como Uvalde. Los nombres de algunos accidentes geográficos como Llano Estacado, Montañas Guadalupe e Isla Padre sirven como recordatorio de los exploradores y conquistadores españoles que cruzaron porciones de Texas mucho antes de que los ingleses se establecieran en la costa del Atlántico de Norteamérica. Los españoles introdujeron numerosos cultivos europeos, la irrigación en San Antonio y otros sitios misioneros, además del ganado y técnicas de crianza de éste. La agricultura, inicialmente practicada por algunos grupos de indígenas en Texas, fue de la misma forma expandida y mejorada por los misioneros y colonos españoles. Las misiones restauradas en San Antonio y Goliad permanecen como perdurables monumentos para los franciscanos que trajeron la religión católica a los indígenas tejanos. Con la excepción de aquellos hallados en California, los más finos ejemplos de arquitectura misionera española en los Estados Unidos se encuentran en Texas.


estado state Texas
The first historical document related to Texas was a map of the Gulf Coast, created in 1519 by Spanish explorer Alonso Álvarez de Pineda. Nine years later, shipwrecked Spanish explorer Álvar Núñez Cabeza de Vaca and his cohort became the first Europeans in Texas. Cabeza de Vaca reported that in 1528, when the Spanish landed in Texas, "half the natives died from a disease of the bowels and blamed us.News of the destruction of the French fort "created instant optimism and quickened religious fervor" in Mexico City. Spain had learned a great deal about the geography of Texas during the many expeditions in search of Fort Saint Louis. In March 1690, Alonso De León led an expedition to establish a mission in East Texas. Mission San Francisco de los Tejas was completed near the Hasinai village of Nabedaches in late May, and its first mass was conducted on June 1. On January 23, 1691, Spain appointed the first governor of Texas, General Domingo Terán de los Ríos. On his visit to Mission San Francisco in August, he discovered that the priests had established a second mission nearby, but were having little luck converting the natives to Christianity. The Indians regularly stole the mission cattle and horses and showed little respect to the priests.When Terán left Texas later that year, most of the missionaries chose to return with him, leaving only 3 religious people and 9 soldiers at the missions. The group also left behind a smallpox epidemic.The angry Caddo threatened the remaining Spaniards, who soon abandoned the fledgling missions and returned to Coahuila. For the next 20 years, Spain again ignored Texas.After a failed attempt to convince Spanish authorities to reestablish missions in Texas, in 1711 Franciscan missionary Francisco Hidalgo approached the French governor of Louisiana for help. The French governor sent representatives to meet with Hidalgo. This concerned Spanish authorities, who ordered the reoccupation of Texas as a buffer between New Spain and French settlements in Louisiana. In 1716, four missions and a presidio were established in East Texas. Accompanying the soldiers were the first recorded female settlers in Spanish Texas. The new missions were over 400 miles (644 km) from the nearest Spanish settlement, San Juan Bautista. Martín de Alarcón, who had been appointed governor of Texas in late 1716, wished to establish a way station between the settlements along the Rio Grande and the new missions in East Texas. Alarcón led a group of 72 people, including 10 families, into Texas in April 1718, where they settled along the San Antonio River. Within the next week, the settlers built mission San Antonio de Valero and a presidio, and chartered the municipality of San Antonio de Béxar, now San Antonio, Texas. The following year, the War of the Quadruple Alliance pitted Spain against France, which immediately moved to take over Spanish interests in North America. In June 1719, 7 Frenchmen from Natchitoches took control of the mission San Miguel de los Adaes from its sole defender, who did not know that the countries were at war. The French soldiers explained that 100 additional soldiers were coming, and the Spanish colonists, missionaries, and remaining soldiers fled to San Antonio. Texas in 1718, Guillaume de L'Isle map, approximate state area highlighted, northern boundary was indefinite.  The new governor of Coahuila and Texas, the Marquis de San Miguel de Aguayo, drove the French from Los Adaes without firing a shot. He then ordered the building of a new Spanish fort Nuestra Señora del Pilar de Los Adaes, located near present-day Robeline, Louisiana, only 12 mi (19 km) from Natchitoches. The new fort became the first capital of Texas, and was guarded by 6 cannons and 100 soldiers. The six East Texas missions were reopened, and an additional mission and presidio were established at Matagorda Bay on the former site of Fort Saint Louis. Difficulties with the Indians  In the late 1720s, the viceroy of New Spain closed the presidio in East Texas and reduced the size of the garrisons at the remaining presidios, leaving only 144 soldiers in the entire province. With no soldiers to protect them, the East Texas missions relocated to San Antonio. Spanish missions within the boundaries of what is now the state of Texas  Although the missionaries had been unable to convert the Hasinai tribe of East Texas, they did become friendly with the natives. The Hasinai were bitter enemies of the Lipan Apache, who transferred their enmity to Spain and began raiding San Antonio and other Spanish areas. A temporary peace was finally negotiated with the Apache in 1749, and at the request of the Indians a mission was established along the San Saba River northwest of San Antonio. The Apaches shunned the mission, but the fact that Spaniards now appeared to be friends of the Apache angered the Apache enemies, primarily the Comanche, Tonkawa, and Hasinai tribes, who promptly destroyed the mission. In 1762, France finally relinquished their claim to Texas by ceding all of Louisiana west of the Mississippi River to Spain as part of the treaty to end the Seven Years War. Spain saw no need to continue to maintain settlements near French outposts and ordered the closure of Los Adaes, making San Antonio the new provincial capital. The residents of Los Adaes were relocated in 1773. After several attempts to settle in other parts of the province, the residents returned to East Texas without authorization and founded Nacogdoches. The Comanche agreed to a peace treaty in 1785. The Comanches were willing to fight the enemies of their new friends, and soon attacked the Karankawa. Over the next several years the Comanches killed many of the Karankawa in the area and drove the others into Mexico. In January 1790, the Comanche also helped the Spanish fight a large battle against the Mescalero and Lipan Apaches at Soledad Creek west of San Antonio. The Apaches were resoundingly defeated and the majority of the raids stopped. By the end of the 18th century only a small number of the remaining hunting and gathering tribes within Texas had not been Christianized. In 1793, mission San Antonio de Valero was secularized, and the following year the four remaining missions at San Antonio were partially secularized. Encroachment  In 1799, Spain gave Louisiana back to France in exchange for the promise of a throne in central Italy. Although the agreement was signed on October 1, 1800, it did not go into effect until 1802. The following year, Napoleon sold Louisiana to the United States. The original agreement between Spain and France had not explicitly specified the borders of Louisiana, and the descriptions in the documents were ambiguous and contradictory. The United States insisted that its purchase also included most of West Florida and all of Texas. Thomas Jefferson claimed that Louisiana stretched west to the Rocky Mountains and included the entire watershed of the Mississippi and Missouri Rivers and their tributaries, and that the southern border was the Rio Grande. Spain maintained that Louisiana extended only as far as Natchitoches, and that it did not include the Illinois Territory. Texas was again considered a buffer province, this time between New Spain and the United States. The disagreement would continue until the signing of the 1819 Adams–Onís Treaty, at which point Spain gave Florida to the United States in return for undisputed control of Texas. During much of the dispute with the United States, governance of New Spain was in question. In 1808, Napoleon forced the Spanish king to abdicate the throne and appointed Joseph Bonaparte as the new monarch. A shadow government operated out of Cadiz during Joseph's reign. Revolutionaries within Mexico and the United States unsuccessfully combined to declare Texas and Mexico independent. Spanish troops reacted harshly, looting the province and executing any Tejanos accused of having Republican tendencies. By 1820 fewer than 2000 Hispanic citizens remained in Texas. The situation did not normalize until 1821, when Agustin de Iturbide launched a drive for Mexican Independence. Texas became a part of the newly independent nation without a shot being fired, ending the period of Spanish Texas. Spanish legacy Mission Concepcion is one of the San Antonio missions which is part of a National Historic Landmark.  Spanish control of Texas was followed by Mexican control of Texas, and it can be difficult to separate the Spanish and Mexican influences on the future state. The most obvious legacy is that of the language; every major river in modern Texas, except the Red River, has a Spanish or Anglicized name, as do 42 of the state's 254 counties. Numerous towns also bear Spanish names. An additional obvious legacy is that of Roman Catholicism. At the end of Spain's reign over Texas, virtually all inhabitants practiced the Catholic religion, and it is still practiced in Texas by a large number of people. The Spanish missions built in San Antonio to convert Indians to Catholicism have been restored and are a National Historic Landmark.  The Spanish introduced European livestock, including cattle, horses, and mules, to Texas as early as the 1690s. These herds grazed heavily on the native grasses, allowing mesquite, which was native to the lower Texas coast, to spread inland. Spanish farmers also introduced tilling and irrigation to the land, further changing the landscape. Texas eventually adopted much of the Anglo-American legal system, but some Spanish legal practices were retained, including homestead exemption, community property, and adoption.

by PI
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