La Atari 2600+ está fabricada
en su mayor parte en plástico
y pesa algo menos de 700 g,
lo que la hace ligera como una
pluma (en comparación, la PS5
pesa unos buenos 4,5 kg). En la
parte frontal lleva incrustado un
listón decorativo de madera con
el logotipo de Atari, que incluso
se ilumina durante el funcionamiento.
Esto determina si el juego
se muestra en la pantalla en
color o en blanco y negro. La parte trasera está totalmente
al día, ya que dispone de un
HDMI para conectarla a los TV
actuales y de un puerto USB-C
para la alimentación (incluye cable,
pero no adaptador). Para seleccionar
los niveles de dificultad
para ambos jugadores, hay
un par de selectores en la parte
posterior y, en esta misma, dos
tomas para conectar los mandos.
Gracias a la conexión DB9,
no solo son compatibles el nuevo
CX40+ y los controladores
CX30+, sino también los antiguos
modelos de la consola original
de 1982. El joystick que la
acompaña es muy parecido al
original, pero tiene un aspecto
barato y reacciona con lentitud.
El formato de imagen se puede
seleccionar entre 16:9 y 4:3.
Incluso los cartuchos de juegos
antiguos funcionan y los
accesorios de antaño también.
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