Artículo del diario El Mundo de 11 de Enero de 2.009.
Un servicio especial deseado por la Guardia Civil y la Policía
Cuenta con casi medio centenar de barcos, además de aviones y helicópteros
Fernando Lázaro/Madrid.
Está considerada la niña bonita. Todos en algún momento han intentado conquistarla. Desde las filas de la Guardia Civil, en la década de los 90, se trató de captar el servicio para incorporarlo dentro de sus estructuras. El segundo intento fue quedarse con todas las competencias y sus embarcaciones, y que los especialistas del SVA se dedicaran sólo al blanqueo de capitales. Estos intentos no pasaron de la mesa del café. No obstante, la Guardia Civil sí puso en marcha su Servicio Marítimo.
La Policía Nacional también le echó los tejos al SVA y trató de captarlo por completo. Se trataba de crear la Policía del Mar y que todo el SVA pasara a engrosar la estructura del Ministerio del Interior. Ambos intentos apenas aguantaron las primeras negativas.Y es que el SVA tiene un gran prestigio mundial, unos efectivos de primer nivel y unos medios materiales que son la envidia de muchos de los países vecinos.
El Servicio de Vigilancia Aduanera cuenta con medios marítimos y aéreos para actuar contra los narcotraficantes en alta mar.Entre casi medio centenar de naves, sobresalen el 'Petrel' y el 'Fulmar'. El primero tiene 71 metros de eslora y el segundo, 61 metros. Estos buques son los estandartes del servicio y los responsables de las grandes operaciones en mitad del mar que han supuesto aprehensiones de droga históricas.
Además, el servicio cuenta con otra veintena de naves de porte medio, patrulleras de entre 17 y 31 metros de eslora. También disponen de otras 16 patrulleras de alta velocidad, de entre cuatro y 16 metros de eslora. Estas últimas son utilizadas para las actuaciones rápidas y cerca de las costas. Además, el SVA dispone de helicópteros y aviones.
Los buques insignia del SVA, el 'Petrel' y el 'Fulmar', no sólo hacen operaciones como consecuencia de las informaciones procedentes de los servicios españoles, sino también de informaciones de todos los servicios policiales europeos. ¿Y por qué? Porque estos buques de altura son los únicos del mundo que hacen este tipo de operaciones. Como una vez señalaron especialistas franceses en la lucha contra el narcotráfico, sólo un grupo de españoles se atrevería a asaltar un barco enorme, en medio de un temporal, en mitad del Atlántico y a mas de 1000 millas de ninguna parte, a las 4.00 ó a las 5.00 de la mañana y desde una pequeña embarcación auxiliar, ya que el 'Petrel' o el 'Fulmar' se quedan a unas 20 millas del objetivo para no aparecer en los radares enemigos. En cuanto a los efectivos humanos, el servicio está compuesto por cerca de 2.000 especialistas.
Los dos 'grandes', a medio gas
La 'movida gorda', como la definen los agentes del SVA, ha comenzado en enero. Pero desde finales de verano, la reducción de actividades se ha ido notando en los escasos viajes de los dos grandes barcos del servicio, los buques insignia 'Petrel' y 'Fulmar'. Desde finales de verano, los responsables de las grandes operaciones contra el narcotráfico apenas han salido. Y estas paradas prolongadas pueden provocar graves fallos en los mecanismos de estas grandes embarcaciones. Para muestra, un botón. Recientemente, el 'Fulmar', construido hace apenas dos años, hizo un viaje a Cádiz para llevar cocaína que tenía que ser quemada por Sanidad. Durante el viaje, sufrió una importante avería y tuvo que subir hasta Vigo para ser reparado. Los especialistas estiman que el coste de ese tipo de reparaciones en estos barcos puede ser similar o, incluso, mayor que el gasoil que consume esa embarcación, de 61 metros de eslora, en cinco años de operaciones, trabajando y viajando como hasta ahora, sin restricciones. Por cierto, el Ministerio de Economía y Hacienda -del que depende la AEAT- pretende dedicar las tripulaciones de los barcos, durante el tiempo que estén en tierra, a actuar contra el blanqueo de capitales.
by PI
Un servicio especial deseado por la Guardia Civil y la Policía
Cuenta con casi medio centenar de barcos, además de aviones y helicópteros
Fernando Lázaro/Madrid.
Está considerada la niña bonita. Todos en algún momento han intentado conquistarla. Desde las filas de la Guardia Civil, en la década de los 90, se trató de captar el servicio para incorporarlo dentro de sus estructuras. El segundo intento fue quedarse con todas las competencias y sus embarcaciones, y que los especialistas del SVA se dedicaran sólo al blanqueo de capitales. Estos intentos no pasaron de la mesa del café. No obstante, la Guardia Civil sí puso en marcha su Servicio Marítimo.
La Policía Nacional también le echó los tejos al SVA y trató de captarlo por completo. Se trataba de crear la Policía del Mar y que todo el SVA pasara a engrosar la estructura del Ministerio del Interior. Ambos intentos apenas aguantaron las primeras negativas.Y es que el SVA tiene un gran prestigio mundial, unos efectivos de primer nivel y unos medios materiales que son la envidia de muchos de los países vecinos.
El Servicio de Vigilancia Aduanera cuenta con medios marítimos y aéreos para actuar contra los narcotraficantes en alta mar.Entre casi medio centenar de naves, sobresalen el 'Petrel' y el 'Fulmar'. El primero tiene 71 metros de eslora y el segundo, 61 metros. Estos buques son los estandartes del servicio y los responsables de las grandes operaciones en mitad del mar que han supuesto aprehensiones de droga históricas.
Además, el servicio cuenta con otra veintena de naves de porte medio, patrulleras de entre 17 y 31 metros de eslora. También disponen de otras 16 patrulleras de alta velocidad, de entre cuatro y 16 metros de eslora. Estas últimas son utilizadas para las actuaciones rápidas y cerca de las costas. Además, el SVA dispone de helicópteros y aviones.
Los buques insignia del SVA, el 'Petrel' y el 'Fulmar', no sólo hacen operaciones como consecuencia de las informaciones procedentes de los servicios españoles, sino también de informaciones de todos los servicios policiales europeos. ¿Y por qué? Porque estos buques de altura son los únicos del mundo que hacen este tipo de operaciones. Como una vez señalaron especialistas franceses en la lucha contra el narcotráfico, sólo un grupo de españoles se atrevería a asaltar un barco enorme, en medio de un temporal, en mitad del Atlántico y a mas de 1000 millas de ninguna parte, a las 4.00 ó a las 5.00 de la mañana y desde una pequeña embarcación auxiliar, ya que el 'Petrel' o el 'Fulmar' se quedan a unas 20 millas del objetivo para no aparecer en los radares enemigos. En cuanto a los efectivos humanos, el servicio está compuesto por cerca de 2.000 especialistas.
Los dos 'grandes', a medio gas
La 'movida gorda', como la definen los agentes del SVA, ha comenzado en enero. Pero desde finales de verano, la reducción de actividades se ha ido notando en los escasos viajes de los dos grandes barcos del servicio, los buques insignia 'Petrel' y 'Fulmar'. Desde finales de verano, los responsables de las grandes operaciones contra el narcotráfico apenas han salido. Y estas paradas prolongadas pueden provocar graves fallos en los mecanismos de estas grandes embarcaciones. Para muestra, un botón. Recientemente, el 'Fulmar', construido hace apenas dos años, hizo un viaje a Cádiz para llevar cocaína que tenía que ser quemada por Sanidad. Durante el viaje, sufrió una importante avería y tuvo que subir hasta Vigo para ser reparado. Los especialistas estiman que el coste de ese tipo de reparaciones en estos barcos puede ser similar o, incluso, mayor que el gasoil que consume esa embarcación, de 61 metros de eslora, en cinco años de operaciones, trabajando y viajando como hasta ahora, sin restricciones. Por cierto, el Ministerio de Economía y Hacienda -del que depende la AEAT- pretende dedicar las tripulaciones de los barcos, durante el tiempo que estén en tierra, a actuar contra el blanqueo de capitales.
by PI
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