En 1996, en el norte de Nigeria fue encontrado
Belo, que apareció junto a una familia de chimpancés que
lo había cuidado y protegido de los peligros de la selva. Se
trataba de un niño que nació con un problema mental y fue
abandonado por sus padres con sólo seis meses de edad, una
práctica habitual en la región. El niño chimpancé andaba
con los nudillos y a cuatro patas y sabía hacer los sonidos
que usan los monos para comunicarse. Belo saltaba y daba
palmadas como uno más. Murió en 2005 en el orfanato que
lo acogió, en la ciudad nigeriana de Kano.








No hay comentarios:
Publicar un comentario