domingo, 21 de diciembre de 2025

Marina Chapman niña colombiana criada por monos

 

Marina Chapman niña colombiana criada por monos

Marina Chapman, la chica sin nombre, es otro de esos casos milagrosos en los que los monos salvan vidas humanas. Chapman, que nació hacia 1950 en Colombia, fue raptada en la infancia. Según cuenta en sus memorias, que publicó en 2013, no sabe exactamente su edad, pero calcula que ahora debe andar por los 65 o 66; ignora su nombre y apellidos de nacimiento y desconoce dónde está su familia de origen. Ella recuerda que fue secuestrada más o menos a los cuatro años, cuando jugaba en un jardín, en algún lugar de Colombia. Un hombre la cogió a la fuerza y la subió en un camión en el que había más niños. Por entonces era habitual raptarlos en las aldeas para venderlos, esclavizarlos u obligarlos a unirse a las guerrillas. Después fue abandonada en medio de la selva. Marina sólo conserva en su memoria la visión de las piernas de sus captores corriendo mientras ella les gritaba que por favor no la dejaran allí sola. Al verse desamparada, comenzó a seguir a un grupo de monos capuchinos, primates muy inteligentes y sociables, aunque desconfiados ante la presencia humana. Para poder sobrevivir, Marina decidió imitarlos y así aprendió sus trucos para conseguir alimentos. Poco a poco fue acogida por la manada. La llevaban a las fuentes de agua para saciar su sed y también recibía acicalamiento de su nueva familia, un signo de aceptación en muchas especies de primates. Vivía con ellos y dormían juntos en los huecos de los árboles. Tras un periodo incierto de cuatro o cinco años, fue encontrada por dos cazadores, que la vendieron a un burdel de Bogotá. Finalmente la recogió una familia que la empleó en su casa. Más adelante, la señora de la casa le propuso que se fuera con ella a Inglaterra para trabajar de niñera de sus hijas. Marina aceptó y se marchó con ellos a Bradford, Yorkshire. Allí conoció al médico John Chapman, con quien se casó y tuvo hijos y después nietos. En la actualidad sigue viviendo en Bradford. Fue su hija Jessica quien la convenció para narrar su historia y quien se encargó de escribirla, bajo el título de "La chica sin nombre" COMPRAR. Hace poco, el caso fue investigado por un equipo científico. Se le hicieron pruebas médicas y el test de la verdad en un polígrafo. Aunque había alguna inconsistencia, pasó las pruebas con éxito.

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