Marina Chapman, la chica sin nombre, es otro de
esos casos milagrosos en los que los monos salvan vidas
humanas. Chapman, que nació hacia 1950 en Colombia, fue raptada en la infancia. Según
cuenta en sus memorias,
que publicó en 2013, no sabe
exactamente su edad, pero calcula
que ahora debe andar por
los 65 o 66; ignora su nombre
y apellidos de nacimiento y
desconoce dónde está su familia
de origen. Ella recuerda
que fue secuestrada más o menos
a los cuatro años, cuando
jugaba en un jardín, en algún
lugar de Colombia. Un hombre
la cogió a la fuerza y la subió
en un camión en el que había
más niños. Por entonces era
habitual raptarlos en las aldeas
para venderlos, esclavizarlos u
obligarlos a unirse a las guerrillas.
Después fue abandonada
en medio de la selva. Marina
sólo conserva en su memoria
la visión de las piernas de sus
captores corriendo mientras
ella les gritaba que por favor no
la dejaran allí sola.
Al verse desamparada, comenzó
a seguir a un grupo de
monos capuchinos, primates
muy inteligentes y sociables,
aunque desconfiados ante la
presencia humana. Para poder
sobrevivir, Marina decidió imitarlos y así aprendió sus
trucos para conseguir alimentos. Poco a poco fue acogida
por la manada. La llevaban a las fuentes de agua para
saciar su sed y también recibía acicalamiento de su nueva
familia, un signo de aceptación en muchas especies
de primates. Vivía con ellos y dormían juntos en los
huecos de los árboles. Tras un periodo incierto de
cuatro o cinco años, fue encontrada por dos
cazadores, que la vendieron a un burdel de
Bogotá. Finalmente la recogió una familia
que la empleó en su casa. Más adelante,
la señora de la casa le propuso que se fuera
con ella a Inglaterra para trabajar de niñera
de sus hijas. Marina aceptó y se marchó con
ellos a Bradford, Yorkshire. Allí conoció al médico
John Chapman, con quien se casó y tuvo hijos y después
nietos. En la actualidad sigue viviendo en Bradford.
Fue su hija Jessica quien la convenció para narrar su historia
y quien se encargó de escribirla, bajo el título de "La
chica sin nombre" COMPRAR. Hace poco, el caso fue investigado por
un equipo científico. Se le hicieron pruebas médicas y el
test de la verdad en un polígrafo. Aunque había alguna
inconsistencia, pasó las pruebas con éxito.









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