domingo, 21 de diciembre de 2025

El fósil de dinosaurios peleando de Mongolia

 

El fósil de dinosaurios peleando de Mongolia

Que pueda fosilizarse un combate entre dinosaurios parece exagerado, sin embargo, el paleontólogo Mark Norell, del Museo Estadounidense de Historia Natural, y otros muchos expertos argumentan que es posible. Uno de los fósiles más fascinantes –tesoro nacional de Mongolia– muestra dos esqueletos de hace 74 millones de años, uno junto al otro, enzarzados de una forma que no parece casual. Un Velociraptor, tumbado sobre el lomo, dirige sus cuatro peligrosas extremidades hacia el Protoceratops –dino herbívoro– que está encima de él. Su zarpa izquierda reposa en la enorme cabeza de la presa; la famosa garra del pie en forma de hoz del Velociraptor está sobre el cuello del vegetariano, como punzándole la yugular o la carótida. Sin embargo, el Protoceratops, mucho más robusto y pesado, aplasta con su cuerpo la pierna derecha del depredador y le muerde el brazo derecho. Aparentemente, le ha roto los huesos al cazador. El desmoronamiento de una duna los sepultó bruscamente, como ocurrió con muchos otros habitantes del desierto del Gobi. ¿Estaban ya muertos nuestros dos protagonistas? ¿Quizá moribundos, heridos fatalmente por los ataques mutuos? ¿O aún luchaban? Norell tiene claro que seguían batallando. Kenneth Carpenter, otro estudioso del fósil, sostiene que el herbívoro, herido de muerte por los ataques del raptor, se defendió y logró inmovilizarlo. Cuando la duna los enterró, ambos cuerpos estaban ya resecos. Eso explica por qué faltan tres patas del Protoceratops –los carroñeros tuvieron tiempo de llevárselas– y por qué el Velociraptor tiene el cuello doblado en una postura de muerte típica de las grandes aves cuando quedan momificadas.
 

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