Sony SmartBand interactúa con los teléfonos y tabletas Android con los que se conecta mediante la aplicación Lifelog. Desde ella, la pulsera se puede usar para seguir la actividad física del usuario, con información que incluye la distancia que se ha recorrido, las calorías que se han quemado y la forma en que se llegó a los sitios (a pie, en bicicleta o en vehículo a motor). Además, guarda información sobre la forma en que el usuario se ha comunicado con sus amigos, pues almacena fotografías y se puede utilizar como mando a distancia al escuchar música o podcasts en el dispositivo central. Al tratarse de un producto enfocado a la vida deportiva no debería sorprender que sea sumergible, pero esto no deja de ser una buena noticia, ya que no será necesario quitárselo al hacer ejercicio o al ducharse. La información se procesa gracias a una unidad Sony Core, que se encarga de todas sus funcionalidades.
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