• No coloques el router en el suelo. El rendimiento se reduce substancialmente, ya que parte de la señal atraviesa el suelo y se pierde. Lo mejor es que lo sitúes en una estantería o mueble a media altura.
• No lo pongas al lado de dispositivos electrónicos. Un teléfono inalámbrico, el TV, una impresora… todos estos aparatos interfieren con la señal Wi-Fi del router y reducen y afectan tanto su rendimiento como alcance.
• La cocina no es un buen sitio. Aunque parece un consejo obvio, los electrodomésticos de la cocina, en especial el microondas, no son buenos amigos para tu router. Ni siquiera si esta es grande.
• No lo sitúes al lado de una ventana. Los routers no suelen necesitar vistas panorámicas y, al igual que en el caso del suelo, el estar situado en una ventana hace que se pierda gran parte de la señal hacia la calle.
• Evita los objetos metálicos: tuberías de agua o de calefacción, rejas o rejillas… todo ello absorbe o refleja radiaciones electromagnéticas y afectarán a la señal.
• No lo pongas dentro de un mueble o trastero. Cuantas más paredes haya entre el router y los puntos de recepción, peor será también el alcance que tendrá la señal.
• Orienta las antenas. Si tu router tiene varias antenas exteriores, ponlas en diferentes posiciones para distribuir la señal de manera uniforme.
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