Unos labios robóticos que aumentan su temperatura a medida que el usuario besa. El invento de Zhao Jianbo lo primero que hay que hacer es descargarse una aplicación en el móvil y vincularla con el besador robótico.
Cuando ya está lista la conexión, llega el momento de besar los labios de silicona. Llevan sensores de movimiento incrustados y transmiten señales como la presión y la cadencia del beso. Esa información la transmiten al móvil de a quien quieres besar, que recibe entonces un beso personalizado. Según su inventor, la nueva máquina besadora también graba sonidos y los reproduce.
Y para añadir más veracidad, el dispositivo incluye un soporte en el que puedes colocar tu propio teléfono de modo que, a través de la pantalla, puedas mirar a los ojos al otro mientras te besas.
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