Cubierta por una espesa capa de ceniza volcánica, salpicada de coches calcinados y tocones de árboles, la capital de esta pequeña isla de las Indias Occidentales no aparecerá en ningún folleto de cruceros por el Caribe en un futuro próximo. Destruida tras una serie de mortíferas erupciones volcánicas entre 1995 y 1997, la ciudad —que inexplicablemente sigue siendo la capital de Montserrat— fue evacuada rápidamente y sus residentes nunca regresaron. Actualmente, la única forma de recorrer la zona es en helicóptero; sin embargo, quienes tengan un interés pasajero en la muerte y la destrucción no deberían perder la esperanza; durante el último año, taxistas y guías turísticos de la zona han participado en pruebas para los próximos recorridos a lo que se conoce como "la zona de exclusión". Manténganse al tanto.
Donde está por si queréis viajar/Location to travel
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