Para un acabado limpio y profesional, la mejor opción es el adhesivo de montaje de agarre inmediato. Este ofrece una sujeción fuerte y evita dañar la superficie del zócalo o de la pared al no ser necesario hacer orificios. Los clavos (o puntas sin cabeza) solo se usan como apoyo temporal mientras el adhesivo cura, o en piezas que puedan estar sujetas a mucha tensión. Si los usas, elige modelos muy finos o utiliza una clavadora neumática O o eléctrica, ya que de esta manera se minimiza el daño en cualquiera de las dos superficies. Luego, cubre las cabezas (si se trata de clavos que no la tienen, tapa la punta visible) con masilla
o pintura del color del zócalo.








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