Asistente virtual con la inteligencia artificial como protagonista absoluta, impulsada por un modelo de
lenguaje similar a ChatGPT. Su dinámica consiste en que, ante cualquier duda o necesidad (ir a un sitio,
pedir comida, enviar mensajes…), sacas del bolsillo el Rabbit S1, presionas su botón Push-to-Talk y le hablas;
la cabeza del conejo se mueve mientras le planteas la cuestión. Se basa en Rabbit OS, una plataforma que
recurre a los servicios de las aplicaciones más comunes sin necesidad de acceder directamente a ellas.
También admite que le indiques cómo hacer cosas, a modo de ‘macros hablados’.
Pantalla táctil
de 2,88".
Dos micrófonos.
Rueda de
desplazamiento
con botón.
Cámara giratoria
de 360º.
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