El pato estaba fabricado a tamaño real en cobre recubierto de oro, y presentaba más de 400 piezas móviles y un sistema digestivo artificial que le permitía ingerir granos, digerirlos y excretarlos posteriormente. Este proceso de metabolismo fue conseguido gracias a un complicado sistema de músculos artificiales, conductos digestivos y componentes químicos que digerían el grano. Representación del aparato digestivo del Pato de Vaucanson Por otro lado, el autómata también podía caminar, mover la cabeza de derecha a izquierda, limpiarse las alas y jugar con el agua. El grado de verosimilitud lo obtuvo gracias a la especializada técnica de programación de movimientos, protagonizada por piñones colocados sobre un cilindro grabado que controlaba los palillos que atravesaban las patas del pato. Este mecanismo estaba situado encima del pedestal para que todo el mundo pudiese admirar la complejidad del trabajo.
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