Se trata de una proteína que se encuentra en la matriz extracelular de la retina. Fue descubierta en el año 2008 por un equipo de investigadores japoneses de la Universidad de Osaka, que bautizaron a su nuevo descubrimiento en honor a Pikachu. Han leído bien. Al parecer, el pokémon amarillo inspiró el nombre de esta proteína por su velocidad y efectos eléctricos impactantes. El hallazgo de esta molécula fue portada de la revista Nature.
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