Los frascos de cristal de mermeladas, salsas o verduras, a menudo suelen acabar en el contenedor, pero poseen un potencial decorativo inmenso, sobre todo en estas fechas. Para transformarlos en un centro de mesa navideño, primero, límpialos para que el cristal reluzca. Una vez secos, introduce en el fondo una capa de nieve artificial, sal gorda o incluso azúcar para simular un paisaje invernal. Sobre esta base, coloca con delicadeza pequeñas figuras que evoquen la Navidad: minúsculos renos de madera, abetos en miniatura, piñas diminutas, etc. Para rematar, anuda un trozo de cinta de rafia, yute o un lazo de cuadros escoceses alrededor del cuello del tarro. Si quieres añadir un toque mágico, introduce una pequeña vela LED en el centro; su parpadeo suave creará una atmósfera cálida y segura, perfecta para la velada.








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